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Educación, salud y transporte crítica situación en Lagunas del Rosario

fecha 24 de Mayo, 2025

La comunidad de Lagunas del Rosario, como algunas otras comunidades del secano lavallino, viven una realidad marcada por la desconexión, el abandono estatal y el esfuerzo constante de sus habitantes por mantener la vida en condiciones dignas. Mariela Morales, vecina del Lagunas, compartió el día a día de quienes habitan en este lugar, y puso sobre la mesa la compleja cadena de problemáticas que afectan a la zona: caminos en mal estado, falta de transporte, educación interrumpida y una atención médica insuficiente.

Caminos intransitables: el inicio de una cadena de problemas

Uno de los principales reclamos de la comunidad gira en torno al estado de los caminos. “Si los caminos están mal, no entran los maestros, no entra el médico, no entra el transporte. Es todo una cadena”, explicó Mariela. La situación se ha agravado en los últimos meses, a pesar de que las dificultades vienen desde hace años. “Desde que tengo memoria está este problema”, lamentó.

El deterioro de los caminos impide el ingreso regular de transporte público, lo que complica tanto el acceso a servicios esenciales como la salida de los propios vecinos del lugar. Actualmente, sólo hay un transporte semanal hacia Lavalle, que no solo es insuficiente, sino que además viaja en condiciones deplorables. El colectivo parece viene con el chapón roto abajo, entraba una nube de tierra. No se podía ni respirar”.

Educación con ausencias

En este contexto, la educación de los niños y adolescentes también se ve fuertemente afectada. La escuela sufre una constante falta de profesores. “Hay muchas horas libres, los profesores no pueden asistir o directamente no toman el cargo porque no les conviene venir por tan pocas horas y por el gasto de combustible”, relató Mariela.

La falta de transporte de lunes a viernes imposibilita que docentes viajen con regularidad. Algunos, incluso, deben cubrir de su bolsillo los costos de traslado y reparación de sus vehículos. Las consecuencias de esta irregularidad se reflejan en el bajo nivel educativo con el que egresan los estudiantes, lo que les dificulta continuar estudios terciarios o universitarios, en algunos casos los docentes también han comenzado a renunciar por la poca carga horaria y la imposibilidad de traslado. “Este año no tuvieron inglés, que es una materia fundamental, tampoco música ni muchas horas especiales. Sólo educación física e informática”, señaló con preocupación.

Salud, un derecho lejano

La salud es otro derecho que se vuelve inaccesible. La salita de San Antonio cuenta únicamente con una médica clínica, que va cuando puede, dependiendo de si consigue movilidad. No hay ginecólogo, odontologo, psicólogo ni otras especialidades. “Una vez vino una residente con la doctora y tuvieron que salir con ella descompuesta del calor”, contó Mariela, aludiendo a las duras condiciones climáticas que agravan aún más la situación.

La llegada de una ambulancia puede tardar horas, en el mejor de los casos. La comunidad vive con la incertidumbre de saber si, ante una urgencia, podrán recibir asistencia a tiempo.

Transporte: caro, escaso y colapsado

El costo del transporte es otro obstáculo significativo. El pasaje desde Lagunas a Lavalle ha subido a 9.300 pesos por tramo, lo que implica un gasto de casi 20.000 pesos solo para ir y volver, sin contar alimentación ni otros gastos. Para una familia de ingresos limitados, este valor resulta inaccesible.

Además, los micros que prestan servicio viajan completamente colapsados. “De Capilla ya viene lleno, no hay lugar para nadie más. Se viaja como animales”, expresó indignada Mariela.

Una propuesta desde la comunidad

Frente a este panorama, los vecinos no se quedan de brazos cruzados. Se ha redactado una nota solicitando al Gobierno la implementación de dos frecuencias semanales de transporte público. La propuesta, además de facilitar el acceso a salud y educación, permitiría descomprimir el único día disponible, que actualmente es el miércoles.

Con dos días de transporte, los profesores podrían organizar sus clases, los vecinos podrían viajar con menos dificultad, y la situación empezaría a mejorar”, explicó Mariela, quien también destacó que están buscando el apoyo de más personas para que la nota tenga peso ante las autoridades.

Una realidad que merece ser escuchada

La historia de Mariela Morales es solo una entre muchas. Detrás de cada reclamo, hay familias enteras intentando llevar adelante sus vidas en condiciones extremadamente adversas. Caminos olvidados, aulas con falta de docentes y centros de salud sin profesionales conforman un mapa de desigualdad que no puede seguir siendo ignorado.

Seguiremos acompañando y visibilizando estas voces que piden ser escuchadas. Porque vivir en el campo no debería ser sinónimo de abandono.

El COMECUCO es un colectivo conformado por radios y televisoras comunitarias de las provincias de Cuyo, Mendoza, San Luis y San Juan.