“El Garrahan se cae a pedazos”: el ajuste al hospital pediátrico más importante del país

Nicolás Morcillo, médico sanjuanino del Garrahan, advierte sobre la crisis en el hospital: sueldos congelados, recortes y desvalorización del trabajo médico en un contexto de ajuste que pone en riesgo la atención de miles de niñas y niños.

La política de ajuste del gobierno nacional impacta de lleno en la salud pública. El Hospital Garrahan, referencia nacional e internacional en pediatría, atraviesa una crisis profunda: recortes presupuestarios, sueldos congelados y condiciones de trabajo que empujan a los profesionales a la precarización.

“Hace meses me preocupa sentirme responsable de que la gente no se entere de lo que está pasando en el hospital. Siento que necesito que todo el mundo lo sepa, porque si de acá a un año el hospital se derrumba, quiero poder decir que lo advertimos”, señala Nicolás Morcillo, médico sanjuanino que trabaja en el Garrahan.

El reclamo, motorizado especialmente por los residentes, expone una situación insostenible. Son profesionales que ya cursaron más de ocho años de formación, rindieron un examen nacional y eligieron especializarse en pediatría en el hospital más reconocido del país. Sin embargo, hoy cobran sueldos congelados desde hace un año, que no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas.

“El reclamo viene de los residentes. Son médicos formados, con familia, que trabajan 50 horas semanales y ganan menos de 800 mil pesos. Parece mucho, pero no lo es cuando lo comparás con la responsabilidad que tienen y el costo de vida en Buenos Aires”, explicó Morcillo.

Además del deterioro salarial, los residentes denuncian el ninguneo por parte del gobierno, que insiste en tratarlos como “médicos en formación”, sin reconocer que son quienes sostienen gran parte del funcionamiento del hospital: guardias, internaciones, urgencias.

“Es muy lastimoso que un médico tenga ese salario y tenga que salir a buscar otros trabajos. No puede concentrarse en lo que tiene que hacer, que es formarse y atender. Y lo más indignante es la desvalorización de nuestro trabajo”, expresó el profesional.

También cuestionó la naturalización de la precarización laboral como parte del proceso de formación: “Históricamente ha sido así, pero eso no quiere decir que esté bien. Que uno entre sabiendo que se va a cagar de hambre no lo justifica. Es una forma de sostener un sistema donde los residentes son mano de obra barata”.

El Garrahan no es solo un hospital. Es un centro de formación, investigación y atención de altísima complejidad que recibe pacientes de todo el país. “Suena soberbio decirlo, pero es así. Vienen residentes de España a formarse con nosotros. El Garrahan genera envidia en toda Latinoamérica”, afirmó Morcillo. Hoy, ese centro de excelencia está en peligro.

Mientras el gobierno nacional guarda silencio, los médicos siguen alzando la voz. Porque lo que está en juego no es solo un salario: es el derecho a la salud de miles de niñas y niños de toda la Argentina.

Compartimos a continuación la entrevista completa a Nicolás Morcillo: